1. Trabajan duro y en silencio. Estas personas no se la pasan festejando cada uno de sus logros, tampoco suben cada pequeño avance en sus cuentas de Facebook y Twitter, ellos están trabajando en silencio avanzando rumbo a una menta.
2. Se rodean de gente positiva, que les ayudan a mejorar siempre y no los hacen menos. La vida es lo suficientemente dura como para tener que lidiar con gente negativa que destruya tus avances.
3. Agregan pensamientos positivos en su mente todos los días. En algunos momentos de nuestra vida, podemos amanecer con pensamientos un poco negativos, ansiedades o inseguridades con respecto a lo que estamos haciendo, la gente con suerte generalmente tiene un ritual matutino donde se llena la mente de pensamientos positivos y de actividades que recargan su energía para seguir adelante. Estos hábitos pueden ser: correr en las mañanas, meditar, salir a pasear al perro con el mejor café que la vida pueda preparar.
4. No piensan en exceso las cosas y siguen avanzando. Muchos de nosotros, solemos pensar demasiado acerca de cosas de poca importancia o pensar en demasiadas formas de resolver un problema que nos está dando vueltas en la cabeza por días. La gente más positiva y que se encuentra más contenta con sus días suele dejar estos pensamientos para enfocarse a seguir avanzando en us día a día. Haz de esto un hábito y verás como es que tu mente deja de divagar en cosas sin importancia para darle espacio a tus metas.
5. Tienen objetivos definidos. La gente afortunada tiene sus objetivos claros como el cristal. Ya sea mantener a sus hijos de la mejor forma posible o lanzar con éxito su propio negocio. Cualquiera que sea su objetivo, las personas afortunadas tienen un imán que atrae a sus objetivos.
6. Aceptan que los tiempos no sean perfectos. Ellos no dicen: “Ahora no es un buen momento.” Ellos generalmente dicen, “Aquí y ahora mismo es un buen momento.” Ellos saben que el momento adecuado nunca llegará a ellos, por lo que salen y hacen que sea el momento perfecto.
7. No son chismosos, ni critican a la gente a su alrededor. La gente con suerte, no se distrae con los detractores, escépticos o negativos. Ellos no permiten que la negatividad entre en su mente. Es por eso que ellos dejan atrás el deseo de contar o enterarse de chismes o responder a los críticos de su vida. Esto sin lugar a dudas les da más tiempo para concentrarse en sus metas y objetivos.
8. Son sensitivos. La gente con suerte, a menudo es impulsada por la emoción y la pasión de sus esfuerzos. Esto los hace tomar decisiones balanceadas entre lo que piensan y lo que sienten, siendo así que sus decisiones suelen ser sensatas y efectivas.
9. Su enfoque está en la meta y no tanto en el plan. Los planes suelen cambiar. El caos puede interrumpir los planes mejor trazados, pero las metas no. Tener un trabajo significativo, una exitosa carrera o dirigir una empresa exitosa – estos por lo general se mantienen constantes, pero ¿cómo llegamos ahí? eso puede cambiar con el tiempo.
10. Son orientados a la acción. La gente afortunada tiene un gusto particular por intentar hacer las cosas, sin importar que estas sean difíciles o que puedan fallar. Ellos, crean certeza avanzando en lugar quedarse quietos.