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10 Formas de incrementar tu productividad

10 Formas de incrementar tu productividad

1. Prepárate desde antes de comenzar

La productividad no es algo que solo sucede de un momento a otro.

La productividad es algo que ocurre mucho antes de que te sientes y te pongas a trabajar. Cuanto más te prepares antes de tiempo y más claro tengas qué es exactamente lo que quieres más fácil y rápido te moverás una vez que comiences.

La razón por la que tanta gente lucha por “ser productivo” es porque se saltan este paso y cuando comienzan a trabajar, creen que comenzarán a volar a pesar de que ni siquiera han decidido a dónde quieren volar.

2. Apaga TODAS las distracciones

No hace falta ser un genio para darse cuenta de que cada vez que tu teléfono vibra, tu correo electrónico aparece en la pantalla, la puerta de tu oficina se abre, tu tren de pensamiento se arruina. Nos gusta creer que podemos participar en un chat grupal y escribir una presentación importante al mismo tiempo, pero la verdad es que no podemos.

3. Deja que tus expectativas sean flexibles

La parte más difícil de entender la “productividad” es que queremos que existe en un campo de juego estático.

Queremos que haya una definición formal para “ser productivo” y queremos que esa definición signifique que fuimos del punto A al punto B. Pero, dependiendo de en qué estés trabajando, a veces tienes que tomar diferentes rutas.

Hay veces que lo más productivo que puedes hacer es una lluvia de ideas, jugar con algunas de ellas, verlas fallar ante tus ojos y luego llegar a una conclusión más refinada de lo que realmente estás intentando. En muchos casos, algunas personas verán esto como un fracaso o perdida de tiempo. Pero, por el contrario, es necesario para comprender mejor lo que estás haciendo.

4. Mide tus resultados

“Si no puedes medirlo, mejor no lo hagas”.

Si no puedes medirlo, no sabrás cómo mejorarlo o lo que es peor, pasarás demasiado tiempo “trabajando duro” y nunca llegarás a tu destino final. La medición no siempre tiene que ver con el tiempo, el dinero o algo tangible. A veces, la mejor manera de medir es simplemente mirar hacia atrás y ver cómo y dónde se ha mejorado. Pero sea consciente de alguna forma de medida, de tal modo de que puedas modificar a medida que avanzas y ver dónde puedes ser más eficiente.

5. Comparte las cosas en las que estás trabajando

Durante mucho tiempo, me resistí a compartir o hablar sobre mis proyectos.

Pensaba que era de “mala suerte” o que me sacaría de mi ritmo. Admito, que hay momentos en los que es mejor dejar tus ideas para reflexionar en privado, pero no debes dudar en compartir eso en lo que estás trabajando. La retroalimentación es extremadamente importante y se puede ahorrar mucho tiempo con una sola conversación en la que alguien señala, algo que no está “funcionando“.

Puede que no sea fácil de escuchar en este momento, pero se lo agradecerás más tarde.

6. Trabaja en público

Cuando hablamos de productividad, a menudo pensamos en maneras de aislarnos ya sea en nuestro dormitorio u oficina, solos, en la oscuridad, con solo la luz de nuestra computadora para mantenernos iluminados.

Pero a veces ese enfoque en realidad termina obteniendo un pobre rendimiento de tu inversión ya que no estás obteniendo retroalimentación externa. Encuentra formas de trabajar en público.

Ya sea que uses herramientas digitales a las que tengas acceso, como redes sociales, para lanzar versiones de prueba de tu proyecto; ya sea un libro, un post, la idea para una startup, un boceto de una obra o cualquier otra cosa.

Tener un público te brinda retroalimentación y la retroalimentación acelera el proceso de aprendizaje y desarrollo.

7. Cafeína

¿Necesitamos realmente explicarte los beneficios de productividad que te trae un café negro?

8. Música

Para algunos, esto podría ser una distracción, pero siempre he encontrado que la música instrumental ligera en el fondo es un gran impulso para la productividad.

Mientras no esté lleno de melodías pop que te saquen de la tarea en cuestión, la música puede ser como ese abanico de fondo que actúa como una señal sutil para que tu subconsciente permanezca en la tarea en cuestión.

9. Toma descansos

Nuevamente, ser “productivo” no significa necesariamente quedarse quieto por ocho horas seguidas.

Es posible que puedas hacer eso durante un día o dos, pero no eres un robot. A ese ritmo seguramente te quemarás. La productividad tiene que ver con el flujo. Se trata de conocer tus límites y ser consciente de cómo moverte dentro de tus propias restricciones.

Tal vez necesites tomar descansos de 10 minutos después de cada 50 minutos de concentración. O tal vez puedes trabajar durante cuatro horas sin problemas, pero luego debes tomar la tarde antes de sumergirte en otra sesión de trabajo de cuatro horas por la noche.

¡Haz lo que te funciona!

10. Crea una rutina

Se dice que los mejores músicos, atletas, innovadores, etc., siguen una rutina diaria que entrena a su subconsciente para saber cuándo es hora de trabajar y cuándo es hora de relajarse.

Tratar de ser productivo cuando un día estás trabajando por la mañana, al día siguiente estás trabajando por la noche, al día siguiente estás trabajando a la mitad del día, se vuelve agotador. La rutina es extremadamente útil y elimina intrínsecamente la distracción del ajuste a algo “nuevo”.

La consistencia es lo que buscas.

Photo by Carl Heyerdahl on Unsplash.