Hay muchas cosas que se interponen en el camino de nuestros sueños. Tal vez no tienes el dinero para comenzar el negocio que siempre imaginaste o tal vez sientes que no encuentras a la persona adecuada para trabajar y contratar en tu empresa.
Existen estas y muchas otras dificultades y la verdad es que al analizarlas pueden parecer sencillas siempre y cuando te des cuenta de que lo que te impide lograr esas metas se encuentra dentro de ti.
En este post hemos decidido abordar solo 3, sin lugar a dudas existen más, pero comenzar a atacar estos 3 obstáculos te ayudará a tener victorias frente a lo que hoy crees que son dificultades y esto te acercará al éxito que tanto buscas, sin importar que sea lo que quieres lograr.
1. Quejarte
La verdad es que creo que no hay ningún valor real en quejarnos.
Quejarnos, nos quita tiempo, nos enfoca en algo equivocado y sobretodo no nos lleva a ningún lugar. Cuando no te quejas de lo que pasa a tu alrededor aprendes a estar en control de ti mismo, a afrontar la adversidad y sobretodo aprendes que eres tu quien tiene la capacidad para arreglar las cosas. ¿Dónde está el valor en quejarse?
En lugar de quejarte, haz lo siguiente: Evalúa el problema, encuentra una solución y ejecuta. Es mejor ser un jugador ofensivo, quejarte es jugar a la defensa.
2. Esperar por el momento perfecto
Hay muchas platicas de negocios donde se menciona “ese momento” un instante mágico donde todo comenzó a suceder. En realidad creo que no me gusta pensar que eso existe. Creo que es injusto, es injusto porque eso nos genera una expectativa de un momento que puede o no pasar y peor aún, que podemos o no identificar. Durante esas pláticas o cursos de negocios, puede parecer útil o incluso “cool“, pero en verdad, no lo es. La verdad es que la gente que logra el éxito, no se lo debe a un “momento“, se lo debe a su perspectiva y a su habilidad para escoger los momentos para ejecutar.
Tratar de identificar si este es el “momento” evitará que sigas adelante en tu plan.
3. Falta de optimismo
Hay un millón de razones por las cuales NO hacemos algo, pero hay una buena razón por la cual SI podemos hacerlo y la diferencia es la perseverancia.
Pase lo que pase, hay que seguir adelante. Es ahí donde el optimismo vive. Si realmente crees que puedes lograr algo, sin importar qué, tu lo puedes lograr. La única razón posible de que aparezca alguna de las excusas descritas en los puntos anteriores, es porque no crees realmente que puedes lograrlo, no dejes que ese tipo de pensamientos se pongan en tu camino.
Construye tu autoestima. Para poder pasar entre los obstáculos, es necesario tener optimismo. Cada día es duro y al final la lucha para alcanzar nuestros objetivos es sólo contra nosotros mismos.
Ánimo, estas más cerca de lograr lo que quieres.