En el día a día del trabajo hay algo con lo que luchamos a diario, que nos genera estrés e incluso llega a desarrollar ira dentro de nosotros: los idiotas. Tu sabes quienes son y donde se presentan durante tu día, ese tipo que todo el tiempo esta haciendo chistes mientras debería estar trabajando, esa chica que escucha música a todo volumen durante tus llamadas con clientes, esa persona que envía correos con copia a todos para denotar que olvidaste una pequeña parte de tu trabajo y muchos otros más.
Estas actividades y actitudes dentro de la oficina son violaciones directas a la manera que la gente debería actuar. Y es por esto que te molestan tanto. No te preocupes en este tema no estás solo, a mi me pasa lo mismo. Pero tenemos que estar consciente que aceptar éste tipo de comportamientos ofensivos solo nos llevarán a desarrollar nuestro trabajo mientras nos sentimos enojados o molestos y la vida no va a ser muy buena con éste tipo de trabajo. Pero existen 3 trucos mentales con los que podemos aprender a manejar situaciones como éstas:
Se el más grande.
Un maestro Zen solía utilizar la frase “Se el más grande” como uno de sus mantras. En este ejercicio tienes que imaginar a esa persona que te irrita como si fuera un niño de 2 años de edad que no puede tener el juguete que quiere en ese mismo momento. Este problema es su universo entero, y tu tienes la capacidad de ver las cosas desde una perspectiva más amplia y al mismo tiempo entender que lo que está haciendo tu colega es un berrinche. Nosotros como adultos, sabemos que este es un problema muy pequeño e incluso hay muchas otras cosas que el bebé de 2 años de edad podría hacer para ser feliz.
Este mantra también aplica en sentido contrario, cuando un compañero de trabajo te irrita o molesta es fácil que tu te conviertas en el niño de 2 años y corras el peligro de ser tú quien minimice toda tu perspectiva a un simple “no puedo trabajar si pone música” lo mejor que puedes hacer es identificar cuando te esté pasando esto y recordar “Se el más grande” y amplia tu perspectiva de lo que te irrita.
Deja que te lleve la corriente.
Muchas veces puede que la gente alrededor de nosotros sea grosera o irrespetuosa con nosotros, a menudo estas actitudes nos hacen estar enojados. Para esto hay que recordar un truco: imagínate en un arroyo flotando en una balsa, a tu alrededor hay ramas flotando. Las ramas no te tratan de alguna forma en especifico, porque son sólo ramas, entonces, al flotar en esta corriente, no tienes que preocuparte acerca de cómo las ramas flotan a tu alrededor. Así es como funciona en la vida – la gente no está tratando de ofenderte, ni siquiera se preocupa por ti la mayor parte del tiempo, ellos son sólo ramas flotando. Pero es un buen consejo ser amable con esas ramitas.
Darles un abrazo mental.
Este pequeño truco puede transformar lo que sientes por alguien que siempre te hace enojar. Imaginemos que alguien fue grosero contigo. ¿Cómo se atreve? ¿Qué no tiene consideración conmigo? Al reaccionar de esta forma nosotros también dejamos de tener consideración con los sentimientos de la parte ofensora. Así que lo mejor que puedes hacer es tratar de simpatizar con esta persona grosera y darte cuenta de que muy probablemente ellos estén enojados o asustados o algo peor y tan solo están siendo grosero como un mecanismo de defensa de sus sentimientos. Y es así que mentalmente, les das un abrazo. Siente compasión por esta persona asustada, porque hay momentos en los que nosotros también sentimos miedo y usamos estos mecanismos de defensa.
Prueba estos tres trucos que la próxima vez que alguien te moleste en la oficina. Y luego sonríe tranquilo, sabiendo que eres una persona superior al resto del mundo 😉