Otro día más de salir tarde de la oficina y nada de lo que planeabas terminar está terminado. Sabes que mañana la jornada será otra vez larga. Estas cansado, la cabeza te duele y la espalda te está matando simplemente estás extenuado. Llegas a casa y cenas cualquier cosa que tengas en la cocina, sin importar que estés repitiendo la cena por cuarto día consecutivo, normalmente irías por algo de cenar a la tienda, pero estas quebrado y hoy este no es un lujo que te puedas dar.
Las posibilidades indican que esto es algo que nos puede pasar en algún punto de nuestras vidas a todos. Ese punto donde tus finanzas personales andan mal y lo único que puedes hacer es trabajar más duro y esperar a que llegue el día de pago para seguir ahorrando y construyendo para el mañana.
Sea cual sea el motivo de tu mala situación financiera, la verdad es que cuando estamos en banca rota formamos carácter y este carácter es particularmente especial y te ayudará a afrontar de mejor forma la vida así que no te desanimes si hoy estás en un situación particularmente difícil, mira hacía adelante y trabaja duro que cosas mejores vendrán en tu vida.
1. Aprendes a apreciar las pequeñas cosas de la vida
Después de una temporada de dificultades económicas, uno aprende a apreciar y disfrutar las cosas sencillas de la vida. Puede ser desde comprar todos tus ingredientes favoritos para preparar un platillo especial o regresar a la rutina de café matutino (si ese, el de la sirena, que muchos disfrutamos de vez en cuando).
La verdad es que aprendemos a no necesitar de tantas cosas en nuestras vidas, por que aprendes de esos momentos en los que tienes poco. Mientras estemos con la gente que apreciamos, solemos estar contentos.
2. Entiendes lo que significa trabajar duro
Gracias a los momentos difíciles, tienes una ética laboral impecable.
Puede que estés cansado y que no hayas tenido un solo día para relajarte en meses, pero eso no importa por que mediante tu trabajo estás haciendo realidad tus sueños. Y aunque sabes que es difícil no poder salir el fin de semana con los amigos o no poder salir de vacaciones, estas consciente de que estas construyendo tu vida y eso no lo cambias por nada.
3. Aprendes el valor de la gratitud
Cuando estamos en una mala situación financiera, comprendemos mejor que nadie lo que es la gratitud. Cuando un amigo sale de su camino para ayudarnos o pasarnos un nuevo contacto para hacer un nuevo cliente, cuando alguien de la familia recuerda que tiene un celular extra y te lo da para que no te quedes sin forma de comunicarte. Todos estos detalles son agradecidos y recordados por todos nosotros y es un valor inigualable.
4. Conoces el fracaso y eres capaz de recuperarte
Te has caído más de una vez, viviste momentos de dificultad, presión, estrés y has enfrentado cada uno de ellos y salido adelante. Trabajando más duro, aprendiendo de tus errores y volviéndote más fuerte.
Renunciar no es una opción y esto te hace más fuerte, más inteligente y más capaz.
5. Eres diferente a los demás
La experiencia de construir por ti mismo día a día tu patrimonio, tu futuro y tu vida es una de las experiencias más gratas que un ser humano puede vivir. Seguramente te encontrarás con obstáculos y dificultades y enfrentarte a ellos es parte esencial de tu crecimiento como persona, luchar por ti mismo para salir adelante te hará un ser particular y distinto al resto esto te ayudará a sobresalir frente a otros al momento de luchar por un puesto de trabajo o de buscar crecer dentro de una empresa o al intentar abrir una.
“Correr riesgos es fundamental. Nada es más importante que la experiencia” – Paulo Coelho