1. Mantente fresco
Científicos italianos descubrieron que lo cambios en la temperatura corporal, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea son indicadores de nuestros niveles de estrés, lo cual puede afectar como reaccionamos ante situaciones difíciles. La recomendación para mantenernos en nuestro mejor estado es: salir a caminar para que nos de el aire fresco o al menos lavarnos las manos o cara, así tomarás decisiones con la mente menos estresada.
2. Camina en sus zapatos
Las personas a nuestro alrededor pueden ser una de nuestras principales fuentes de estrés. Piensa lo siguiente: ¿Qué es eso que nos genera reacciones negativas? Muchas veces la respuesta a esta pregunta son las opiniones y comentarios de personas a nuestro alrededor. Cuando un colega, compañero de trabajo, jefe o competidor nos está causando estrés, es importante que entiendas su perspectiva. Examina los ángulos desde el cual ellos están actuando. Al hacer esto tendrás una imagen clara de sus motivos y razones para hacer lo que están haciendo. No necesariamente estarás de acuerdo con ello, pero podrás ser tu la persona más grande al lidiar con estas personas.
3. Ten un plan B y un plan C
La definición de inteligencia emocional es: “la habilidad para entender y manejar tus emociones y las emociones de otros”. ¿Cómo puedes manejar tus emociones si no tienes un plan para lo que viene? Tener un plan de acción más un par de opciones extra siempre nos llevará a un estado más relajado, también nos hará buenos al predecir lo que viene ya sea en el trabajo o en nuestras vidas personales. Así que haz el ejercicio de prever y tener un plan de acción para las diferentes situaciones de la vida.
4. Se decidido
Desafiar tus malos hábitos es clave al desarrollar tu inteligencia emocional. ¿Tienes una tendencia a utilizar lenguaje pasivo para protegerte? Usar un lenguaje pasivo es inherentemente débil. Para mostrar tu inteligencia emocional, busca hablar de las acciones ya tomadas. “Terminé el formulario”. “Nuestra empresa introdujo nuevas políticas”. Este pequeño cambio será significativo para tu percepción de ti mismo y para la percepción de las personas de ti y de lo que comunicas.
5. Practica tu inteligencia emocional en otras personas
Un aspecto crítico de la inteligencia emocional, según su definición, es la capacidad de influir en las emociones de los demás. Cuando un colega viene a usted en un estado de estrés, ¿termina mejor o más grave de cuando llego a hablar contigo? Ya sea en relaciones personales, profesionales o en interacciones con extraños, cómo tratas e influencias a otros dice mucho acerca de tu inteligencia emocional. Realiza un esfuerzo por dejar a cada persona con la que interactúas en un mejor estado que cuando se charlaron.