1. Visualiza tu éxito
Pregúntale a cualquier atleta de alto rendimiento acerca de su preparación previa a un juego e inevitablemente escucharás algo sobre el tema de la visualización. Los estudios publicados en revistas especializadas, han revelado que las prácticas mentales comunes, como imaginarte alcanzando tu objetivo, han sido casi tan efectivas como la práctica física real. Cuanto más detalladas sean tus visualizaciones, mejor preparado estarás (y por lo tanto te sentirás más seguro).
2. Cuida tu postura
Cuando piensas en una persona segura de sí misma, la imaginas con una gran postura ¿cierto? No jorobados o con la cabeza baja y con los ojos apuntando hacia el piso. Un estudio en el European Journal of Psychology examinó el autoestima de las personas basándose en la postura: “Los participantes que tenían mala postura mostraron tener menos confianza en sí mismos, contra aquellos que se sentaron derechos. Esta investigación muestra que la postura con la que te sientas en tu escritorio impacta los productos químicos producidos en tu cerebro, que, a su vez, afectan lo que sucede en tu mente.”
3. Mejora tu estilo
Cuando hablamos de mejorar la confianza en ti mismo también hablamos del autocuidado y cuanto mejor te sientas respecto a ti mismo, más fácil será creer en ti mismo. Se trata tanto de estar orgulloso de tu apariencia como del poder de tu persuasión. Después de todo, tiendes a ser tratado mejor cuando dedicas tiempo y esfuerzo a tu atuendo y a tu aseo personal.
4. Ten una rutina de ejercicio
Ya sea que salgas a caminar o al gimnasio para un entrenamiento intenso, tener una rutina de ejercicio es ponerte a ti mismo y a tu bienestar en primer lugar. Esto es un gran paso para valorarte y cuando hayas terminado, tendrás una sensación de logro que aumentará tu autoestima inmediatamente. Dedica algo de tiempo a tonificar tus músculos y cuida tu apariencia. Además, el ejercicio ayuda a mejorar tu memoria, mejorar la concentración, ayuda a controlar el estrés y combate la depresión. Es más difícil estar ansioso cuando no hay exceso de energía para utilizar.
5. Comienza con esa tarea que siempre pospones
Estas tareas suelen ser cosas pequeñas del día a día, tareas aburridas de las que nunca estamos de humor para hacer. Pero también crean una sensación persistente de temor y sirven como un recordatorio diario de que estamos ignorando nuestras responsabilidades. Así que detén por un momento tu día y enfoca tus esfuerzos en hacer esa tarea que lleva días esperando tu atención. Limpia tu armario y dona las cosas que ya no usas. A menudo, las tareas toman menos tiempo de lo que imaginamos, pero luego te quedas con una sensación de logro y orgullo.
6. Mantén el contacto visual
Este puede que sea el punto más desafiante de los 6, ya que tiende a hacer que las personas se sientan incómodas cuando están acostumbradas a mirar hacia abajo, mirar hacia otro lado y no mantener contacto visual constante con quienes están hablando. ¿Tiendes a mirar hacia otro lado rápidamente cuando ves a los ojos a alguien? La mayoría de nosotros lo hacemos, pero es un movimiento que comunica la inseguridad. A medida que desarrollas tu confianza en ti mismo, concentrate en mantener el contacto visual ya que esto aumenta la calidad de cualquier interacción en persona. Múltiples estudios, han confirmado que quienes perciben niveles más altos de contacto visual con otros son percibidos como más poderosos, confiables, calificados, amables y agradables.