Libros: De qué hablo cuando hablo de correr por @sandysokete
Hace unos días tuve un accidente y aunque no estuviera en mis planes días antes pasé a una librería y compré el libro de Haruki Murakami “De qué hablo cuando hablo de correr”, y sin querer tuve el tiempo y la mejor disposición para leerlo mientras estaba en el hospital.
Cuando lo vi en el estante lo primero que pensé fue ¿Haruki Murakami corre? ¿el autor de Tokyo Blues hace maratones? Definitivo si tendría algo interesante que contarme y sobretodo por que comparto la pasión por correr y leer. Así que lo compré y comencé a leerlo el día que tuve el accidente.
El libro cuenta de forma autobiográfica sobre su día a día, cómo fue que logró ser novelista, cerrar su negocio y dedicarse por completo a escribir; durante ese tiempo decidió que tenía el tiempo perfecto para salir a correr todas las mañanas a diferencia de las personas que tienen que salir a trabajar a sus oficinas.
Así que con mucha disciplina y disposición se metió de lleno a correr todas las mañanas poniéndose metas a la semana de kilómetros que debía correr. De la misma forma, te va relatando por capítulos la preparación y el desempeño que pone en cada una de las carreras que participa como el maratón de Nueva York, Boston, Hawai, Murakami y el maratón que corrió solo cuando fue a Grecia y salió de Atenas a Maratón. También escribe sobre el paso que dio de entrenar de maratón a triatlón y todo lo que implica, desde la técnica hasta el tipo de cansancio diferente que hay al hacer tres pruebas.
Otro de los aspectos más bonitos del libro es ver la fortaleza y disciplina con la que corre y se impulsa para llegar a sus metas aún cuando las condiciones no son las óptimas, aún cuando el dolor y la fatiga tumbarían a cualquiera; de la misma forma, personalmente uno entiende mucho sobre su persona, su paciencia y ganas de vivir.
Al leer el libro durante una situación crítica como la mía me mantuvo positiva cuando más lo necesitaba, recuerdo mucho la frase con la que inicia el prefacio: “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Así que simplemente no dejé que el dolor controlara mi vida durante el accidente y solo me queda ser paciente para mi recuperación por que la vida está llena de altos y bajos que te dan lecciones y conforman tu personalidad y tu experiencia de vida.
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