No se olviden de los niños… por @sandysokete
El fin de semana pasado fui a la PosadaTec, un evento que realiza todos los años el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, en donde se reúnen a muchos niños de diferentes escuelas públicas de la zona de Cuajimalpa o aledañas y se realizan actividades durante todo el día y al final se les da un regalo.
Yo y mi mejor amiga fuimos voluntarias, por lo que tuvimos que llevar cada quien dos regalos de acuerdo a la carta que habían hecho previamente los niños y las niñas que nos tocaron; además tuvimos que llegar a las siete de la mañana para la organización y logística del evento.
Al principio yo cuidé de cuatro niñas de 4º de primaria y después llegó el resto del grupo que eran niñas de 6º de primaria y al final eran once niñas y un niño a cargo de nosotras dos. Pensé que no podría con tanto niño pero la verdad es que cuando uno tiene la voluntad de divertirse y disfrutar del momento es fácil, ninguno se quejó, a ninguno le pasó nada y todos estában muy felices platicando de sus vidas: sus familias, la escuela, el camino a la casa, los niños que les gustan, los programas que ven, etc.
Me encantan las actividades con niños porque aprendes mucho, cada uno tiene una puntada que me fascina observar. Hubo juegos mecánicos y las niñas estaban fascinadas con estos, les encanta sentir la emoción de dar vueltas y vueltas hasta marearse, también fuimos al cine a ver un corto de la película de dragones de Disney, vimos luchas (actividad que no les gustó mucho a algunas niñas), partimos una piñata y brincamos en los inflables.
Fue una locura pero no me importó y me subí con ellas a brincar y es que me decían: “ándale Sandy, sube con nosotras” y pues yo que tengo corazón de niña todavía y me encanta jugar decidí subirme y brincar como hace mucho no lo hacía. Nos caímos, nos reímos y disfrutamos del momento con la excelente compañía de niñas amorosas y que querían compartir el momento con nosotras en los juegos.
Al final fuimos a que recibieran sus regalos y su cara de entusiasmo y alegría por esperar una sorpresa, son de esas cosas que te hace recordar lo simple que es la vida para los niños y de cómo debería de ser para nosotros; también es increíble ver como sus deseos son tan pequeños a comparación de lo que otros niños consentidos están acostumbrados a exigir.
No tengo palabras para explicar lo bien que me sentí por hacer que tuvieran un día lleno de sonrisas, juegos, deseos y sobretodo me siento agradecida por el cariño con el que nos hablaban y nos decían “mamá Sandy y mamá Xime” aún con tan solo horas de conocernos. Recordé las cosas que me hacían feliz en mi niñez y valoré todo lo que me daban mis padres, sobretodo atención, aspecto que se descuida cuando los papas tienen que trabajar todo el día como es ahora.
Así que ésta Navidad no se olviden de los niños, aprovechen los eventos que se hacen, junten uno que otro regalito y denlos a los niños de la calle, la sonrisa que recibirán será mejor que los regalos que puedan recibir y los hará pensar de las grandes necesidades que hay en el mundo y lo lamentable que es que los niños sean los que más las sufran.
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