1. Toma más agua, especialmente antes de cada comida
Todo el mundo sabe que necesitamos agua para vivir. Pero pocas personas se dan cuenta de lo mucho que la necesitamos. La gran mayoría de las personas viven en un estado de deshidratación crónica leve, lo que los lleva a tener baja energía y a aumentar de peso. Para sentirte mejor y para fomentar la pérdida de grasa, haz el esfuerzo de beber al menos dos litros de agua al día y beber al menos un vaso grande de agua antes de cada comida. Para que esto funcione, es necesario beber agua y no refrescos, café o jugo.
2. Mastica más veces tu comida
Una teoría popular sostiene que comer lentamente ayuda a las personas a bajar de peso. Esto se debe a que hay un retraso entre el momento en que ingerimos alimentos y cuando esos alimentos mandan una señal a nuestro cerebro para reducir la sensación de hambre. Este retraso hace que la gente coma más de la cuenta al final de sus comidas. Los expertos sugieren comer lentamente ya que esto te llevará a comer menos.
Un estudio reciente en China confirma esta teoría; se demostró que los hombres obesos comieron a mayor velocidad que los hombres no obesos. También encontró que los hombres que mastican cada bocado cuarenta veces perdieron 12% más grasa que los hombres que mascaron cada bocado sólo quince veces. Si quieres perder peso, recuerda masticar cada bocado de comida por lo menos veinte veces.
3. Sal a caminar después de cada comida
Hace unos años un amigo perdió 5 kilos cuando empezó a dar un breve paseo después de cada comida. En ese momento, yo no lo podía creer, un paseo es como no hacer ejercicio en absoluto y no se compara con una sesión en el gimnasio. Pero me he dado cuenta que estaba equivocado; caminar después de las comidas realmente es uno de esos pequeños trucos de pérdida de grasa que pueden hacer una gran diferencia.
Resulta que al realizar actividades físicas después de una comida activa receptores en nuestros músculos que absorben la glucosa que acabamos de comer. Esto evita que la comida eleve nuestros niveles de insulina, lo cual hace que evitemos al cuerpo guardar la comida en forma de grasa.
4. Usa temperaturas frías y la grasa trabajará por ti
No todas las grasas que consumimos son malas para nuestro cuerpo. La mayor parte del tejido graso esta conformado por la grasa blanca, que almacena energía. Pero también tenemos una pequeña cantidad de grasa marrón, que quema energía para mantener el calor del cuerpo. Puedes acelerar drásticamente la pérdida de grasa mediante la exposición de tu cuerpo al frío, esto al estimular el crecimiento de grasa marrón. Hay varias formas de hacerlo, puedes mantener tu casa un poco más fría o usar ropa más ligera durante el día. También puedes beber un vaso de agua helada cada mañana y cada noche.
5. Toma fotos de cada una de tus comidas
La mayoría de las personas no necesitamos aprender más acerca de lo que debemos o no comer. En realidad llevamos una buena dieta, el problema es más bien que no la seguimos. Para la mayoría de la gente, el ingrediente que falta no es otro alimento que necesitan agregar o restar de su dieta; lo que necesitamos es en realidad la conciencia y la responsabilidad de seguir una buena dieta.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. La ciencia dice que tomar fotos de tu comida es varias veces más eficaz que la escritura de un diario de alimentos. Para mantenernos responsables, podemos usar Instagram o Facebook y subir una foto cada una de nuestras comidas, de este modo seguramente podrán más atención en tus hábitos alimenticios y sentirás un poco de presión para comer más saludable.